viernes, 9 de octubre de 2015

Ciencia ficción: Cine y literatura




Nunca una película será mejor que el libro a partir del cual se ha rodado dicha película. ¿Es esto verdad? Reflexionamos sobre ello. Hablamos de la trilogía del Señor de los Anillos y del Hobbit, pasando por Juego de Tronos, la Historia Interminable, Dune, Crepúsculo, Nosferatu, Drácula, Frankenstein, Alien o Blade Runner. Sobre todo, en el género de ciencia ficción, la complicación está básicamente en que la película se construyen imágenes que pueden distorsionar las que tu cerebro ha creado cuando leías el libro. En el caso del Hobbit, por poner un ejemplo, está claro que el director modifica algunos aspectos del libro para hacer más visual el film, para enganchar más al espectador, poniendo en riesgo la propia sustancia de la historia.

Los escenarios en los que se desarrolla cualquier película de ciencia ficción son cruciales. La música que los ambienta también. La dificultad del director Peter Jackson para llevar el Señor de los Anillos o el Hobbit a la gran pantalla es un claro ejemplo de ello. Peter estuvo asesorado en todo momento por un equipo de dibujantes que diseñaban los espacios donde se debía desarrollar la trama. En Blade runner (1982), basada en la novela de Philip K. Dick¿sueñan los androides con ovejas eléctricas?(1968), el director Ridley Scott supo inteligentemente adueñarse de la atención del espectador con imágenes que ya forman parte de la historia del cine.